Hay cositas que te alegran la vida. Que Eduardo Mendoza publique una nueva aventura del personaje sin nombre, apenas tres años después de la anterior, es una de ellas. No generará el de Barcelona suficiente literatura de humor en su carrera para satisfacer la demanda de sus fans. Recuerdo estirar absurdamente la lectura de Sin noticias de Gurb -apenas 192 páginas- para evitar terminarlo. Unos minutitos te alegraban el día.
¿Empieza a notarse cierta fatiga en el esquema de las aventuras de este personaje singular? Mediada la presente novela teme uno que sí. Por fortuna, no dura mucho. El tercio final es memorable. La fórmula básica sigue perfectamente engrasada. El monólogo interior de este innombrado protagonista no deja de resultar chispeante. El juego del contraste entre el origen hampón de buena parte de los personajes y el uso que hacen del lenguaje, digno de comedia de Lope de Vega, es hoy tan gracioso como lo era hace casi 40 años. Hay un momento en que se describe lo que se siente al ver un canal 24 horas de noticias, sin sonido, mientras se está en una sala de espera. Las carcajadas demuestran que Mendoza, además de ser uno de los mejores literatos en lengua castellana, está en plena forma.
El hilo argumental de El secreto de la modelo extraviada es anecdótico. Permite un "flash-back" con el que volvemos a la época dorada de esta saga. Pero eso no es lo importante en estas novelas.
Eduardo, por favor, más.
Eduardo Mendoza
Seix Barral. Barcelona, 2015. 320 páginas.
PVP: 18'50 euros, 12'99 euros (e-book).
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