domingo, 11 de febrero de 2018

Entonces, pero con ojos de ahora

Casa del Libro 

Las memorias de Bono. Ah, no, perdón. Sus diarios. Resulta que el político de Salobre no acaba un día sin anotar sus impresiones de la jornada. Sobre esa base, Planeta planeó una trilogía cuyo primer volumen es este. Comprende entre los años 1992 y 1997, con un pequeño añadido sobre las primarias socialistas de 1998. Una cosa queda clara tras su lectura: Bono no ha tirado de “negro”. El estilo del peculiar líder socialista está presente en cada línea.
Jura y perjura el autor en la introducción que la redacción de las entradas no ha sufrido modificación alguna. Habrá que creerle. Pero tiene uno la sensación, leyendo el relato de aquellos días, de que flota una visión “muy de 2012” que en nada debería parecerse a la propia de los años 90 en que fueron escritos. ¡Esa preocupación por el coste de todas las inversiones públicas! ¡Esos comentarios censores acerca del derroche del erario! ¡Ese brío por defender la democracia interna en los partidos! Resulta muy difícil no sospechar de que algún retoquito aquí y allá haya “mejorado” las entradas para contar con la aquiescencia del público lector. Insisto: confiemos en la palabra del autor.
El libro comienza con la ruptura de José Bono con Alfonso Guerra. Dio pie a una memorable figura del periodista Miguel Ángel Gozalo: “Bono convertible”. De ahí, pasa a desgranar las vivencias del entonces presidente de Castilla la Mancha durante la mayor parte de la década de los 90. Se supone que el criterio ha sido seleccionar aquellas jornadas que mayor interés pudieran tener para el lector. Tampoco lo dudamos, pero la pasión que despiertan las distintas áreas temáticas aquí tratadas está lejos de resultar uniforme. No son lo mismo las miserias de la vida interna del PSOE que las relaciones entre Bono y la Iglesia castellano-manchega. Los chascarrillos sobre las figuras políticas de la época -homólogos del autor en otras comunidades autónomas eran, por ejemplo, Fraga o Pujol– que las cuitas -bastante menores- de los dirigentes regionales del partido. (Hernández MoltóPage, Barrera…) Con todo, la lectura es más entretenida que otra cosa. Parece que el segundo volumen se saltará los últimos años del político al frente de Castilla la Mancha y pasará a su etapa como ministro de Defensa, con Zapatero. Habrá que echarle un ojo.
LES VOY A CONTAR
José Bono.
Planeta. Barcelona, 2012. 680 páginas.
PVP: 24’50 euros, 10’95 euros (bolsillo), 9’99 euros (e-book).

sábado, 10 de febrero de 2018

Benditas obras menores

Casa del Libro

Las dos últimas novelas de Arturo Pérez-Reverte mostraban a un autor en plenitud. Maduro. Sólo un año después de la excelsa El tango de la guardia vieja (2012), vino la presente El francotirador paciente. Novela breve. ¿Con vocación menor? Pues un poco. Sí, esta historia que se devora de un tirón supone, en rigor, un paso atrás respecto a sus dos últimas obras maestras. Pero si esto va a ser el Reverte menor, bienvenido sea. Porque quiere decir que hasta el perfil bajo va a volar a mucha altura.
El arte del grafiti. Un “autor” emblemático del que es imposible seguir la pista. Una editorial dispuesta a pagarle lo que sea por los derechos de sus trabajos para una exposición. Y una mujer que media con el encargo de encontrarle. La aventura promete. El trasfondo, no tanto. Tranquilidad: el cartagenero no filosofa sobre las bolitas tintineando en el spray más de lo estricto y necesario. Esto no es el ajedrez de La tabla de Flandes (1990) ni la mar de La carta esférica (2000). Lo mollar es un thriller perfectamente narrado que dejará al lector en un puño. Los personajes, por desgracia,  carecen del relieve de los de El pintor de batallas (2006), El Asedio (2010) o el citado tango. Pero la protagonista, la versión femenina -y, por cierto, lesbiana- de tantos héroes masculinos de vuelta de todo del universo revertiano, tiene su punto. Mucho. Yo no descartaría una saga. Quizá le pille cansado de Alatriste. En cualquier caso, con Alejandra Varela o sin ella, yo me lo pensaría. Novelitas breves todos los años para amenizar la espera entre sus novelones. Planazo.
EL FRANCOTIRADOR PACIENTE
Arturo Pérez-Reverte
Alfaguara. Madrid, 2013. 312 páginas.
PVP: 19’50 euros, 12’95 (bolsillo), 8’99 euros (e-book).

viernes, 9 de febrero de 2018

Necesidad de refresco

Anagrama

Han pasado casi cinco años de su publicación y, sin embargo, estamos ante la última novela de Paul Auster aparecida en el mercado. Es una buena noticia. Trataré de explicar porqué. Hace un lustro, Auster se acostumbró a publicar narrativa casi cada año. La excelencia prolífica está al alcance de muy pocos. Woody Allen y para de contar. Sunset Park confirma una sensación que quedaba al leer algunos de los títulos inmediatamente anteriores del neoyorquino. Auster sigue escribiendo estupendamente. Pero pareciera que se conforma con plantear. Si sus últimos desenlaces ya se tornaban insípidos, en Sunset Park podemos hablar ya sin ambages de desgana. El punto de partida era atractivo. Situaba a un muchacho siete años después de haberse ido sin despedirse de Nueva York. Rompe con todo su pasado y ni su padre, radicado junto a su segunda esposa en la Gran Manzana, ni su madre, una actriz de Hollywood saben, al menos de primera mano, su paradero. Ya iremos viendo los motivos. Pero decide regresar. Y lo hace a una casa en ruinas en la que viven, a lo “okupa”, un amigo suyo con dos chicas.
No debe ser fácil editar a uno de los novelistas vivos de mayor prestigio. Pero aquí hubiese hecho falta un severo replanteamiento. Hagan la prueba: lean la novela y pregúntense qué les han aportado los personajes femeninos que comparten piso con el protagonista en Nueva York. O mucho me equivoco o la respuesta será “muy poco”, por más que la trama secundaria de una de ellas suponga una hermosa reivindicación de una de las películas favoritas de quién les habla, Los mejores años de nuestra vida(The best years of our lives, William Wyler, 1946).
Este parón en su frenesí publicador no puede ser casual. Seguro que el siguiente Auster que leamos vuelve a estar a la altura de las expectativas.
SUNSET PARK
Paul Auster
Anagrama. Barcelona, 2010. 288 páginas.
PVP: 18’50 euros, 9 euros (bolsillo), 7’49 euros (e-book)

miércoles, 7 de febrero de 2018

Un bonito empeño literario

librosalcana.com

En 1982, la guionista Sue Grafton asumió un reto tan estimulante como arriesgado. Sin saber cómo recibirían los lectores a su Kinsey Millhone -una mujer, detective privado, de 32 años, que ya acarrea dos divorcios a su espalda… eran otros tiempos- diseñó la serie de novelas que contarían sus andanzas bajo el epígrafe “el abecedario del crimen”. Una empresa que, según los planes de la ahora exitosa novelista, llegará a su fin en 2019, 37 años después de iniciada. (Hasta la fecha, el último título publicado es W is for wasted, por cierto recién aparecido en el mercado español como W de whisky). Se trata, sin duda, de un bonito empeño literario.
Su arranque (con “a”) ya hacía presagiar una interesantísima “saga negra” y a una autora con talento para contar historias. Cómo me suele ocurrir con las novelas (sobre todo) de este género, a los meses de haberla leído recuerdo mejor la sensación de disfrute al pasar por sus páginas que el argumento en sí. No pasa nada. La ficticia ciudad californiana de Santa Teresa es un escenario lo suficientemente atractivo como para querer seguir avanzando en el alfabeto. Por  no hablar de la protagonista. Hay que saber poner la mente en “modo 1982” para apreciar a Kinsey Millhone en su justa medida. Una mujer, sí. ¿Fuerte? No le tiembla el pulso, desde luego. Pero en su vida personal -entendida en un sentido amplio… desde sus relaciones con los hombres a sus desordenados hábitos alimenticios- se muestra vulnerable y humana. Una suerte de Bridget Jones “avant la lettre” que en aquel tiempo debió suponer todo un hallazgo. Como la propia  novela. ¿Serán suficientes 26 letras? Siempre le quedará el comodín de la “ñ”.
A DE ADULTERIO (A is for alibi)
Sue Grafton Tusquets.
Madrid, 1990 (publicado originalmente en EEUU en 1982) 288 páginas.
PVP: 17 euros, 8’95 euros (bolsillo), 7’99 euros (e-book). 

martes, 6 de febrero de 2018

Una deliciosa novela

Casa del Libro

No hizo mucho ruido El héroe discreto cuando se publicó, allá por septiembre de 2013. Al menos comparado con lo que cabría esperar de una obra de Mario Vargas Llosa. Es una pena, porque es una deliciosa novela. Quizá voluntariamente menor, pero deliciosa en cualquier caso. Un lector de mi perfil tenía todas las de perder con esta obra. ¿La razón? Quién esto firma ha leído toda la ficción que ha publicado el peruano desde La fiesta del chivo (2000), cuya lectura me impresionó vivamente en la adolescencia. Pero toda su (vasta) obra anterior me es inédita. Esto, que ya es malo en general, se vuelve todavía peor con la presente lectura, plagada de guiños y personajes rescatados de Lituma en los Andes (1993) o Los cuadernos de Don Rigoberto (1998), entre otras.
Y pese a lo anterior, las 400 páginas se devoran deseando casi que no acaben. Dos sencillas tramas paralelas se alternan a lo largo de los capítulos. Unos anónimos con una arañita dibujada que traen por la calle de la amargura a un probo empresario de Piura. Y la enrevesada venganza que un próspero hombre de negocios trama contra sus hijos. El vínculo filial es un elemento clave del relato. A este respecto, el Nobel plantea un posicionamiento espinoso. Sin destripar, diremos que es uno en las antípodas de aquel tan conmovedor que nos contó Galdós en El Abuelo (1897). No tiene porqué ser, en cualquier caso, el del autor.
Una excelente novela.
EL HÉROE DISCRETO
Mario Vargas Llosa
Alfaguara. Madrid, 2013. 392 páginas.
PVP: 19’50 euros, 9’99 euros (e-book), 12’95 euros (bolsillo).

lunes, 5 de febrero de 2018

Un culto merecido

Casa del Libro 

Ha costado 34 años, pero, por fin, los Cracks (1981 y 1983) de José Luis Garci se han convertido en una obra de culto. Lo más parecido a una constatación de tan feliz hecho es el presente libro. Llega de la mano de Notorious, meritoria editorial de cuidadísimos libros de cine, de lo más general a lo más especializado, que lleva ya varios años de fructífera asociación con el oscarizado cineasta.
El libro es un regalo para los que hacen bueno el título y son adictos al crack. A Germán Areta/Alfredo Landa, al peluquero catedrático de combates de boxeo neoyorquinos, a las lonchas de jamón de Manuel Tejada, a la memorable secuencia de Arturo Fernández al final de la segunda parte, al “Baretta, dame el mechero o te quemo los huevos”. Y a los planos de Madrid con música de Jesús Gluck. Sobre todo a los planos de Madrid con música de Jesús Gluck. Y a caballo regalado no le mires el dentado. Porque, por lo demás, el libro es la sombra de lo que pudo haber sido. Los autores –Víctor ArribasPedro G. CuartangoLuis Alberto de CuencaAntonio Giménez RicoOti Rodríguez Marchante y Eduardo Torres-Dulce, todos ellos de comprobadísima solvencia- no se han repartido (o no les han repartido) la tarea. De modo y manera que todos trazan una breve reflexión, más o menos general, sobre las dos películas. Han adivinado: las ideas se repiten sin remedio a lo largo de sus escasas 140 páginas.
Al final, lo mejor lo pone Garci. El material gráfico cedido -cuyos pies de foto ha redactado él mismo- es de gran valor, aunque no esté reproducido con el mismo lujo que otros libros -mucho más caros- de la misma editorial. Sus textos finales -uno antiguo, otro ex profeso- son una delicia. Al menos, acaba la lectura con buen sabor de boca.
¿Para cuando unas memorias, José Luis?
ADICTOS AL CRACK 
VV.AA. 
Notorious. Madrid, 2015. 140 páginas. 
PVP: 13’95 euros. 

domingo, 4 de febrero de 2018

La génesis de una abdicación


Pese a haber sido despedida del diario El Mundo, la periodista Ana Romero (ya en nómina de El Español, de Pedro J. Ramírez) firmó para la editorial ligada a su ex periódico este demoledor repaso a los cuatro años que culminaron con la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe (VI) el 2 de junio de 2014. Sin duda, uno de los ensayos periodísticos del presente año.
Seguidora para la citada cabecera de la actualidad de la Casa Real, Romero ha sido una china en el zapato de Zarzuela en los duros años en los que la institución afrontó una vertiginosa pérdida de crédito que se saldó con un gesto inédito e inimaginable muy poco tiempo antes. Su acceso a Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, a la que entrevistó en el apogeo del escándalo, era suficiente para esperar un libro de obligada lectura. Lo es. La periodista gaditana ha hecho los deberes: cuaderno en mano, ha conseguido recabar testimonios de indudable valor. Nadie ha autorizado ser citado por su nombre, pero algo es algo. Sin necesidad de compartir al 100% el retrato que dibuja sobre el monarca emérito, la lectura se sigue siempre con interés, salvo en el muy prolijo capítulo dedicado a las conexiones saudíes, verdaderamente complejo de seguir y comprender en su integridad.
FINAL DE PARTIDA
Ana Romero
La Esfera de los Libros. Madrid, 2015. 352 páginas.
PVP: 21’75 euros.

sábado, 3 de febrero de 2018

Un divulgador

Amazon

De repente, se da uno cuenta de que hay libros que a) le interesan, b) posee y, sin embargo, c) no ha leído. Es, para mí, el caso del que nos ocupa. Objeto de regalo en el momento de su lanzamiento hace once años, fue leído en diagonal, saltando capítulos y yendo sólo a lo que resultaba inmediatamente interesante. Error. Las memorias de Jaume Figueras, quizá el mejor de los periodistas cinematográficos en activo hoy día en España, merecían sin duda una lectura reposada. Nunca es tarde.
En un mundillo dominado por la petulancia y la altanería, Figueras resulta todo un oasis. ¿Será por su condición de superviviente? Es difícil precisarlo. Lo cierto es que el Mr. Belvedere de Fotogramas acumula un saber enciclopédico sobre el cine. En el libro explica cómo lo fue adquiriendo. Lejos de querer epatar a la audiencia con su erudición, Figueras es, en sus intervenciones mediáticas, un auténtico divulgador. Busca por encima de todo compartir con el receptor esa sapiencia.
Con esas credenciales, sus memorias no pueden resultar más entrañables. El inevitable relato de infancia se solventa con ritmo, amenidad y, afortunadamente, mucha referencia cinematográfica. Su paso por CB Films, mítica distribuidora catalana con los derechos del jugoso catálogo de United Artist en la década de 1960 o sus experiencias en la exhibición de películas “de arte y ensayo” en la España tardofranquista son interesantísimos pasajes para cualquier cinéfilo. Por no hablar de las anécdotas protagonizadas por intérpretes nacionales y (sobre todo) extranjeros. El estilo es exquisito. La manera de lanzar un puñal, casi siempre sin mencionar explícitamente al destinatario, resulta de una educadísima sutileza. Ojo a su agria polémica con Pedro Almodóvar.
Una delicia.
ADIVINA QUIÉN TE HABLA DE CINE
Jaume Figueras
Plaza y Janés. Barcelona, 2004. 384 páginas.
PVP: 16’99 euros (bolsillo)

viernes, 2 de febrero de 2018

La culpa es nuestra

La Esfera de los Libros 

Dice Graciano Palomo al principio de este libro que había jurado no volver a escribir sobre el centro-derecha español. Ahí estamos, en cierta medida, empatados. Yo también me había prometido no volver a leer un libro de Palomo, especialmente si el objeto de su estudio volvía a ser el centro-derecha español. Y ahí hemos acabado los dos; otra vez, frente a frente. A fin de cuentas, Pedro Arriola lo merecía. La figura del sociólogo sevillano ha adquirido tintes casi legendarios. Sus trabajos como asesor del presidente del Partido Popular (PP) han sido de las pocas cosas en las que han coincidido las sucesivas etapas de José María Aznar y Mariano Rajoy al frente del partido. A sus encuestas, y a la estrategia que a partir de ellas diseña, echan la culpa de los fracasos de la formación un nutrido grupo de comunicadores. Pero también importantes cuadros de Génova 13. En sus 26 años de servicio, Arriola se ha caracterizado por adoptar un perfil público casi clandestino. En vivo contraste con su muy mediática esposa, Celia Villalobos, Arriola sale de la oscuridad en contadas ocasiones: como séquito del líder en los debates televisivos y en algún desayuno informativo en el que, sea por el café, el croissant o el zumo de naranja, parece que se le suelta un poquito más la lengua.
No va a servir el libro de Palomo como linterna para quién quiera arrojar algo más de luz sobre el personaje. El periodista se limita a lo previsible: una orgía de “edecanes”, “chacotas” y “quilombos”. No me gustaría morirme sin saber cómo plantea sus obras el burgalés. Qué desorden. Qué falta de sistema. Qué manera de repetir las mismas cuatro ideas a lo largo de las páginas. Pero la culpa no es suya. Es nuestra, por haber vuelto a morder el anzuelo. ¿Nunca más?
PEDRO ARRIOLA, EL BRUJO
Graciano Palomo
La Esfera de los Libros. Madrid, 2014. 288 páginas.
PVP: 19 euros.

jueves, 1 de febrero de 2018

Hay autora. Se busca historia.

Anagrama


2015 está siendo el año de Milena Busquets. La escritora ha agitado el panorama literario español con su segunda novela, También esto pasará, en volandas de un cierto morbo generado por los evidentes tintes autobiográficos que se desprenden de la historia, en la que resulta muy  reconocible el rastro de la madre de la autora, la editora catalana Esther Tusquets (Barcelona, 1936-2012).
Busquets ha exorcizado sus demonios en una novela magníficamente escrita. Que nadie dude: tenemos literata. Otra cosa es el interés de lo que, a fin de cuentas, nos está narrando. Sentimientos de calado mezclados con cierta banalidad existencial de un pijerío barcelonés refugiado durante el tórrido verano en Cadaqués. A su manera, También esto pasará es algo así como el reverso tenebroso de los muy mediterráneos anuncios de cerveza que copan los bloques publicitarios estivales.
Esperaremos que también esto pase, y Busquets pueda seguir puliendo su innegable estilo en una historia con algo más de garra; en la que el destino de los personajes no importe una higa antes de llegar a la mitad del relato.
Se lee en una tarde.
TAMBIÉN ESTO PASARÁ
Milena Busquets
Anagrama. Barcelona, 2015. 176 páginas.
PVP: 16’90 euros.

Entonces, pero con ojos de ahora

Casa del Libro  Las memorias de  Bono . Ah, no, perdón. Sus diarios. Resulta que el político de Salobre no acaba un día sin anotar su...